¿Qué es lo que esperamos de nuestros Scrum Masters?

Normalmente en los artículos y conferencias vinculados a la agilidad se nota mucho el enfoque de como los Scrum Master (y Agile Coaches) pueden ir mejorando, evolucionando y lograr lo mejor de los equipos para conseguir los objetivos esperados de la organización, pero… ¿cuantas veces hemos reflexionado sobre que es lo que esperamos los miembros “de base” de los equipos ágiles de nuestros respectivos SM? (*)

Es así que en la pasada reunión de Agile Perú, propuse el tema así que comparto las reflexiones de dicha reunión sumado a los comentarios de entonces y los que luego tuve en conversaciones posteriores.

Como punto de partida previo, hay que tener claro que no se esperaba que el Scrum Master fuera un “cargo” institucionalizado, si no mas bien un “rol” dentro de los integrantes del equipo; lamentablemente, por la deriva que ha tenido la “escena ágil”, la figura se ha consolidado, tanto por el movimiento de ex PMs que se acercaron a la agilidad, como por los profesionales que buscan ir a la rama de “gestión” esquivando lo técnico, esa es la realidad y si bien hay que recordar cual era la intención original del rol, también es bueno procurar canalizar de manera adecuada la situación en aras de lograr lo mejor para los equipos.

Con esto como base, soy de los que considera que el objetivo del Scrum Master es volverse prescindible para el equipo ya que ha procurado que este haya llegado a un grado de madurez que permite se pueda confiar en su auto-organización, esto implica muchos retos, pues el perfil de cada equipo es diferente, puede tratarse de profesionales con poca experiencia en las practicas ágiles (o en el dominio tecnológico respectivo) por lo que corresponderá un acompañamiento adecuado para que esto se vaya impregnando en el hacer de los miembros del equipo, o también tratarse de un equipo de rockstars con mucha experiencia tanto tecnológica como en agilidad y que por lo mismo tocara hacer los esfuerzos para que las diversas personalidades logren la sinergia y colaboración esperada. Como se ve, retos diferentes pero con el (se supone) mismo objetivo, convertir un grupo de personas en un equipo auto-organizado, así que creo que el éxito de la carrera de un SM (**) debe apreciarse por como (y a cuantos) ha contribuido a lograr que los equipos hayan llegado a ese estadio, que (por cierto esta en el Manifiesto Ágil) : “Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos auto-organizados“. Finish Reading: ¿Qué es lo que esperamos de nuestros Scrum Masters?

Agilidad ¿responsabilidad de todos?

Si, por aquí de nuevo, luego de unas semanas muy ajetreadas, donde pudimos organizar el Global DevOps Bootcamp, renové mi participación en el programa Microsoft MVP (gracias por la confianza!) y se organizo el Ágiles Perú 2018 con motivo del décimo aniversario de nuestra comunidad.

El evento se realizo en la UTEC, y pese a todo lo acelerado que pasamos como comité organizador fue todo un éxito, mucho interés del publico por las charlas de los asistentes y varias propuestas interesantes en el Open Space.

 

En todo caso la jornada me dejo algunas anécdotas que están derivando en reflexiones, que comparto con uds. Finish Reading: Agilidad ¿responsabilidad de todos?

De valor, historias técnicas y mantenimiento

A veces una reunión de la comunidad te genera un debate interno una revisión de tópicos que ya se habitan visto antes pero que conviene reflexionar y visitar de nuevo, así en la ultima reunión de Agile Perú Cynthia presento como tema principal si existían las historias técnicas, planteándose los siguientes conceptos clave: los componentes técnicos dependen o tienen que depender de un requerimiento de valor de negocio, siendo mayormente tareas y no deberían ser considerados como “historias” puesto que estas son una base para conversar, siendo clave el reflexionar valor de negocio que se le deja al cliente si al día de hoy se acaba el proyecto.

El debate posterior fue interesante, se comento que de haberlas no se debería llamarla “historias” sino “epicas” “enablers”, que si lo que importa únicamente es el negocio, lo cual me ha derivado a unas reflexiones que quiero compartir con ustedes.

Ante todo, hay que precisar ¿a que llamamos historias técnicas? En mi experiencia creo que corresponde llamar así a las actividades técnicas (sorry por lo redundante) que no se pueden subordinar o mapear directamente a requerimientos de negocio, siendo así ¿deberíamos considerar como tal al código que implementa una funcionalidad o historia de usuario? para respondernos planteémonos el caso de que  por X razones debemos escribir un script para conectarnos a una BD externa a fin de lograr realizar una consulta para uso de nuestros usuarios, pues no… no es historia técnica a pesar de su complejidad ya que hay una vinculación directa con un historia de usuario, lo contrario pasa con actividades tales como refactorización, configuración de infraestructura, etc, procesos que por su naturaleza transversal No deberíamos forzarlos (como muchas veces se insiste) a que encajen como tareas hijas de una historia de usuario.

Siendo así ¿que tipos de historias técnicas hay? pues Alexander Menzinsky nos recuerda una muy razonable categorización (**):  Arquitectura, Infraestructura de Producto, Infraestructura del Equipo, Refactorización y Spikes (investigación).

Como pueden darse cuenta, mi posición es a favor de la “existencia” de las historias técnicas como la ha sido desde hace unos años, ya entonces insistía en su lugar debido a la necesidad de hacer visible el “como” se llega a la necesaria entrega de valor que se propugna desde la agilidad, los años transcurrido han reafirmado mis posturas visto que las tendencias que ya comentaba entonces respecto al descuido al componente técnico no han hecho sino acrecentarse, siendo que sin pelear por la visibilidad no se lograra el cambio. ¿Y por qué es importante esa visibilidad? pues, como me comentaba Omares como si las historias (tradicionales) se hubiesen hecho para mostrar el exterior y no el interior… ” por lo que “hay una especie de vacío sobre donde poder ver dichos aspectos (técnicos) y que se valoren” ya que “las historias están hechas para conversar con el cliente y entenderse….pero la parte técnica, no la comprenderá mucho pero la valorara de la forma que pueda y en ese sentido la relegara hasta que pueda aprender sobre la importancia de esta en algún momento“, lo cual nos lleva a algo que sale a nuestras conversaciones de tanto en tanto, la importancia de explicar adecuadamente el rol estos componentes para que el Producto Owner acepte su inclusión en los sprints que vayan saliendo, y claro… ¿como se puede iniciar el dialogo sobre estos componentes si no están visibles? (*).

Dicho esto queda pendiente sobre como se deben visibilizar y nombrar, y reitero que no debe forzarse su subordinación a una historia de negocio, sino asumir su rol transversal en la generación de valor con calidad y su impacto en la capacidad del equipo, ahora… que no te guste el nombre de “historias técnicas” es otra cosa (a mi si, aunque si no te gusta usa otra opción, pero siempre hay que recordar que la nomenclatura tiene impacto en como entendemos las cosas), pero no por eso hay que retirar su lugar visible dentro de los flujos de un equipo, muy por el contrario toca potenciarlo como muestra Henrik Kniberg:

Dicho esto, toca tener un necesario balance para evitar que por mor de la excelencia técnica nos encontremos atrapados en ciclos de refactorización sin generación de valor como ironiza Angel Medinilla:

 

Así que toca seguir dando vueltas y recalcar la importancia de la visibilidad de los componentes técnicos dentro de nuestros backlogs y sprints, como parte importante de la calidad del software y el valor que entregamos.

Y ya que hablamos de valor, no puedo dejar de mencionar una conversación en la que se hablaba de como pasar de los ciclos de desarrollo y entrega a la etapa en que un software es mantenido, en ese momento se comenzó de hablar de “equipos de mantenimiento” y de “equipos que generan valor”, lo cual me hizo un ruido instantáneo por lo que tuve que manifestar mi postura respecto a que ese lenguaje involucraba que los equipos de mantenimiento NO generaban valor, siendo que consideraba que hay valor en el sostenimiento de las operaciones del negocio, y que encima agravaba las barreras dentro de la organización, generando naturales recelos que no hacen sino bloquear los objetivos de la organización, es que las palabras cuentan, y mucho.

(*) Mas allá del caso obvio de los aspectos de Infraestructura de Producto, como puede ser la instalación y configuración de un servidor, escenarios sobre los cuales también he escuchado defensas de colocarlos como subordinados a una historia técnica.

(**) Gracias a Guino por apuntar que quien planteo esta categorización fue Robert Galen.